martes, 20 de julio de 2010

De fiesta con Holden Caulfield

Bailar con la tal Marty era como arrastrar la estatua de la libertad por toda la pista. No tuve más remedio que inventarme algo para pasar el rato, así que le dije que acababa de ver a Gary Cooper.
-¿Dónde? –me pregunto nerviosísima-. ¿Dónde?
-Te lo has perdido. Acaba de salir. ¿Por qué no miraste cuando te lo dije?
Dejo de bailar y se puso a mirar por todas partes a ver si le veía.
-¡Que rabia! -dijo.
Le había partido el corazón, de verdad. Me dio pena. Hay personas a quienes no se debe tomar el pelo aunque se lo merezcan.
Lo más gracioso fue cuando volvimos a la mesa y Marty les dijo a las otras dos que Gary Cooper acababa de salir. ¡Jo! Laverne y Bernice por poco se suicidan cuando lo oyeron. Se pusieron nerviosísimas y le preguntaron a Marty si ella le había visto. Les contesto que solo de refilón. Por poco suelto la carcajada.

*Perdonadme las faltas de ortografía (los acentos) pero de alguna manera misteriosa mi teclado ya no me deja ponerlos. ¡Maldición, no sé como repararlo!


Esta es otra cita de “El guardián entre el centeno” que como ya deberíais saber es mi libro preferido. ¡Jo! Me recuerda un montón a mí mismo, y además he hecho alguna cosa parecida a esta incluso antes de haberme leído el libro por primera vez.

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