Si mi vida fuera una película de Tarantino, probablemente dentro de poco estallaría, asesinaría a mi jefe de una manera sangrienta, y huiría a Méjico, donde acabaría muriendo de cirrosis. Pero como mi vida es una vida real, aguanto a mi jefe todas las mañanas, trago con lo que me dice (porque a el no se le puede replicar), y cuando deje el curro, lo haré sin haberle explicado lo cretino que es.
Al margen de todo, ¡hoy vuelvo a tener cita en la barbería!
Yo fantaseo con disecar a la gente que no soporto. Desde luego, más laborioso que un hachazo.
ResponderEliminarPero oye... ¿qué harías con la gente disecada? XD
ResponderEliminarLa triste vida de nosotros los asalariados! u.u
ResponderEliminar¿Verdad Helena? Para poder vivir hay que consentir las tonterías de algunos...
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